Ligado siempre al deporte de competición desde bien pequeño, he crecido con unos valores de esfuerzo y perseverancia que han marcado mi camino hacia lo que hoy en día soy.
El interés por la fisioterapia y la rehabilitación me vino muy pronto tanto por la parte deportiva, al ver a los deportistas profesionales en su proceso de recuperación post-lesión, como la doméstica, al vivir con mi abuela en casa. Con ella viví en primera persona la importancia de la fisioterapia geriátrica y el alto impacto positivo que tiene el ejercicio terapéutico en la funcionalidad y calidad de vida.
A día de hoy, después de cursar el grado de fisioterapia, y realizar varios cursos de especialización, me encuentro completamente absorbido por esta preciosa profesión en la que nunca se deja de estudiar y aprender. Como toda ciencia, la fisioterapia avanza y hay que estar siempre actualizado para poder dar a los pacientes un servicio acorde con lo que marca la evidencia científica para el tratamiento y manejo de patologías. Como inconformista con algunos sectores públicos de la profesión, decido empezar mi propio camino para poder tratar a las personas acorde a mis principios sin tener que poner en práctica nada impuesto por el sistema.
Solo comparto una manera de trabajar, y va de la mano con una fisioterapia de calidad, ajustada a cada paciente y patología. Tratamos a personas en serio y no en serie, por eso defendemos el componente biopsicosocial dentro de un tratamiento holístico e integrador. El dolor es una experiencia multifactorial desagradable y todo dolor es igual de importante para la persona que lo sufre, por lo tanto, se debe dar la atención que merece.